Historia de la raza

El origen de este gran perro se encuentra en la antigua raza de perro romano Molosoide, también de gran tamaño. Este perro cuenta con una historia documentada desde el siglo primero después de Cristo y ha sido usado de diferentes formas.

En sus tiempos más guerreros combatió junto a los ejércitos romanos y es el ancestro de una variedad de perros Mastines.

El nombre de esta raza en concreto se debe a la región de Italia donde se ubica.  Nápoles es la ciudad oriunda de esta raza y es allí donde más ejemplares de estos perros podemos encontrar.

Actualmente es una raza de perro reconocida sobre todo en el continente europeo, aunque poco a poco va ganado fama en otros continentes.

Características físicas

Con un peso aproximado de 50 a 70 kilos y con tamaños que van desde los 65 centímetros hasta los 75, la raza Mastín napolitano es una raza de gran tamaño y de cuerpo bien formado y proporcionado.

Posee una increíble fuerza en huesos y músculos, siendo éstos últimos tan potentes que le brindan esa apariencia de poderoso animal. Cuenta con una cabeza ancha y un hocico no muy largo.

El  Mastín napolitano cuenta además con papada y con grandes y numerosos pliegues de piel en la cara, cuello y algo menos en el cuerpo.  Posee además largas orejas que se encuentran en posición baja.

Sus ojos son de color café o negro azabache. En cuanto a su pelaje, éste es corto y tupido. Puede encontrarse en colores como negro, gris, castaño y plomo.

Carácter y comportamiento

A pesar de su gran tamaño y aunque podríamos pensar que por naturaleza es un perro agresivo, no es así. En realidad es un perro que con una buena educación y amor es muy pacífico, amable, sociable y equilibrado.

Además se caracteriza por ser un perro muy inteligente. En el caso de sentirse atacado suele atacar con fiereza. Así mismo es un perro muy seguro y tiene ese sentido de protección que podría malinterpretarse como agresivo.

Es un perro que en ocasiones es terco y obstinado, además de independiente. Por ello necesita un amo y una familia muy firme en la enseñanza y en la educación.

Cuidados de la raza

Por su comportamiento de protector es necesario enseñarles desde muy pequeños a interactuar con extraños para que no surjan ataques agresivos de forma repentina. A pesar de ser un perro obediente en su totalidad, la educación y también la autoridad se debe mantener en el ambiente familiar.

Su pelaje necesita un cepillado semanal, requiere de un aseo correcto de orejas y dentadura, y una alimentación equilibrada, prestando especial a la sobrealimentación ya que son perros muy comilones. Igualmente necesita actividad física de forma asidua.