Historia de la raza
El Pastor australiano tiene sus orígenes en los genes de varios razas de perros. Dentro de las que más destacan, están los cruces entre Dálmatas y también entre perros de la raza Collie.
Su creación fue basada en su utilidad, centrada en el cuidado y también en la guía de rebaños, especialmente de ovejas, aunque también se haya usado para guiar ganado y hasta corrales de aves.
Después de realizar diferentes cruces, fue en la década de 1890 que se da a este tipo de perro la categoría de raza. Actualmente además de ser perros pastores, sirven para el acompañamiento de personas discapacitadas y también son perfectas mascotas para acompañar y proteger.
Gracias a su excelente olfato e inteligencia, son usados por los equipos de policías para detectar sustancias ilícitas o peligrosas.
Características físicas
Con 20 y hasta 27 kilos de peso, el perro de raza Pastor australiano es un ejemplar de gran tamaño y buenas proporciones corporales. Su cuerpo es atlético y posee una buena estructura ósea y muscular.
Su cabeza es de gran tamaño y su hocico es alargado. Sus ojos de tamaño mediano son comúnmente pardos. Su cuello es largo y en él se puede notar una leve papada. Sus extremidades son largas y musculosas. Posee asimismo una cola larga que cuelga normalmente.
Su pelaje es de longitud media y lisa. Es además abundante y duro. Los colores más comunes que se presentan del Pastor australiano son los negros, azules o los marrones con presencia de algunas manchas blancas.
Carácter y comportamiento
Este perro se caracteriza por ser muy inteligente y también por su firmeza y confianza. Además es un perro vigilante y muy fuerte. Aun así también se distingue por ser un animal fiel y afectuoso con su familia, en especial con su amo.
No es muy sociable de entrada y es muy desconfiado con los extraños, por lo que se mantiene alerta en presencia de desconocidos. Por esta razón es necesaria una muy buena educación y desde pequeño integrarlo en la vida social.
También cuenta con un carácter muy activo, por lo que disfruta haciendo ejercicio y jugando, sobre todo a juegos que requieran movimiento y destreza.
Cuidados de la raza
Dentro de los cuidados que necesitan los pastores australianos encontramos un buen cepillado de su pelaje, por lo menos dos veces a la semana. Por su carácter activo necesita igualmente realizar actividad física diaria en espacios amplios en los que pueda jugar libremente.
Anteriormente ya hemos dicho que es un animal un tanto desconfiado con los extraños, por lo que una educación firme y una socialización temprana le irán muy bien.