El Yorkshire, como ya sabes, es un perro de tamaño pequeño que a veces no llega al kilo de peso en su adultez, pero a pesar de eso está lleno de energía explosiva.

Los rasgos más conocidos de esta raza es la facilidad que tiene para ladrar, saltar y moverse como un tornado.

Lo que pocos saben es que además de eso es una raza a la que no le gusta ser sumisa y obediente, y eso pone muchas trabas a la hora de educarlo.

Entonces, ¿qué necesitas para educar a un Yorkshire? Intentaré explicarlo.

Este perro nació con el único motivo de ser sencillamente adorable. Por su tamaño pequeño y su personalidad excitable, como la de un niño, en la antigüedad era el preferido por la nobleza para hacer compañía a las damas. Todo el mundo quería mimarlo entonces, y eso no ha cambiado, pero es un error muy común el excederse.

Para educar a un yorkshire lo primordial es no darle todos los caprichos que pida, porque lo convertiríamos en un animal dominante que haría lo que quisiera, nos gustara o no.

Como ya sabes el Yorkshire es naturalmente inquieto, excitable y muy enérgico, así que para darle una educación adecuada hay que tener todas estas cosas en cuenta: es dominante, caprichoso, y estamos obligados a ser muy estrictos si queremos un perro que no haga sus necesidades por todas partes ni ladre a altas horas de la madrugada.

El Yorkshire no consentirá que se le golpee ni se le grite, sólo aceptará un dueño firme, muy seguro de sí mismo y que jamás dé su brazo a torcer.

Verás, si decides que tu yorkie no sube al sofá, no se lo debes permitir jamás. Simplemente, si encuentra una debilidad la aprovechará para convertirse en el amo de la casa, y debes recordar en todo momento que tú eres quien manda. De lo contrario será un desastre de perro.

Educar a un yorkshire no es tan diferente de educar a un pastor belga o un pitbull, únicamente tienes que ser firme y seguro, y lo más importante, inflexible. Jamás cedas a sus demandas por mucha carita adorable que te ponga, para que sepa que tú eres el líder.

Así es como conseguirás un yorkshire equilibrado y perfectamente educado.