¿Los perros se ríen?

Los perros se ríen

De seguro no han sido pocas las ocasiones en las que has visto vídeos graciosos de perros riéndose. ¿Es cierto que estos animales pueden tener sentido del humor? ¿Se tratará tal vez de una interpretación ajena a los hechos? La ciencia ha abierto un nuevo renglón en este sentido y ha arrojado nuevos datos científicos que pretenden demostrar que la risa forma parte del comportamiento de algunos animales sociales.

La risa desde la óptica científica

Desde que nacemos, una de las primeras emociones que utilizamos para transmitir nuestro estado de ánimo, es precisamente la risa. Desde el plano social, esta cualidad adquiere un significado de aceptación, afinidad y catalizador de nuestras relaciones. Para definir la risa en pocas palabras, podríamos decir que se manifiesta como una respuesta del sistema límbico en nuestro cerebro, encargado de la parte emocional del organismo.

La risa puede ser detonada cuando escuchamos un chiste, leemos algún comentario gracioso o nos regocijamos ante una buena noticia. Es de destacar además el ingrediente colectivo dentro de la risa, pues no es lo mismo reírse solo, que hacerlo en grupo, lo cual permite estrechar los vínculos de aceptación social.

¿Y en los animales?

Hasta hace poco, el humor era una de las características que más nos distinguían del resto de los animales. Pero si dirigimos nuestras miradas hacia los simios, nuestros hermanos pequeños en materia genética, podemos descubrir que estos animales no sólo son capaces de reír, sino que resulta asombrosa la similitud de sus gestos y expresiones con respecto a nosotros, los humanos. ¡Tienen sentido del humor!

Además de los simios, el perro es otra de las especies que más ha llamado la atención de los científicos en este aspecto. Caracterizada por jadeos intermitentes, los perros expresan este tipo de emociones cuando juegan entre ellos o con las personas. En una investigación realizada se pudo concluir además que las grabaciones de estos jadeos, cuando eran reproducidas en centros caninos, lograban reducir el estrés de los animales y facilitar su adaptación a la vida social. ¿Pura casualidad?

Un paso más allá

Ahora bien, si hemos establecido que los animales pueden reír, toca el turno de preguntarse si serán capaces de generar situaciones hilarantes o favorecer la ocurrencia de momentos “divertidos”. Algunas investigaciones efectuadas sobre este tema han permitido descubrir que los gorilas en cautiverio, por ejemplo, denotan conductas humorísticas ante sus entrenadores, desafiándolos y divirtiéndose ante el hecho de hacer exactamente todo lo contrario a lo que se les indica (fuente: Consumer).

Por otra parte, el famoso juego de los chimpancés, en el que un ejemplar se cubre con una manta para “asustar” a los otros, también ha permitido comprobar el sentido del humor presente en estos animales, mientras que los loros, se ha llegado a comprobar cómo interactúan con los perros emitiendo sonidos de ladridos para confundirlos o engañarlos.

En cuanto a las ratas, las investigaciones demuestran que gustan de las cosquillas, momento durante el cual emiten un chillido característico, el mismo que utilizan para estrechar sus vínculos con otros ejemplares de la misma especie, durante el momento del apareamiento o a la hora de jugar entre ellas.

Conclusiones finales

¿Ríen los perros o no? El sentido del humor en estos animales parece estar definido por la capacidad que poseen de recrear situaciones divertidas o aparentemente destinadas a generar ambientes de estado emocional positivo. Cuando vemos un perro asustando a otro sin razón aparente, o tal vez escondiéndose tras la valla para ladrar desprevenidamente a los transeúntes, nos hace pensar que en realidad, su reacción obedece a una forma de expresar, de cierta manera, su propio sentido del humor. ¿Qué opinas? Cuéntanos alguna experiencia que hayas tenido.