.Eso no contribuye a la agresividad, lo que fomenta, es que te muerda sin tener medida del daño que te puede hacer, que es peor a que sea agresivo, la mejor forma de moderar la mordida, es que cada que esto suceda, grites de dolor (aun que no sea real) esto ayudara a que tu perro controle su mordida y no exceda limites, respecto al morder todo, te pego un articulo que escribí, espero que te ayude.
El cachorro nace sin dientes, los dientes de leche brotan a partir del veinteavo día de vida, después de unos meses todos los dientes serán reemplazados.
Entre el tercero y el quinto mes, los primeros dientes se caen, debido a la resorción de sus raíces y son remplazados por dientes definitivos.
Se produce la erupción de los molares, de los incisivos y de los caninos, entre los 4 y los 5 meses, siendo los últimos en salir, los molares, entre los 6 y 7 meses de edad. Como se puede ver, desde que adquirimos un cachorro, hasta los 7 u 8 mese de edad, estará cambiando de dentadura.
La erupción de los dientes, como en el humano, es urticante, el cachorro alivia la molestias buscando texturas como, madera, (muebles) piel, (zapatos) plásticos, (chanclas, juguetes) para aliviar este malestar, el cachorro no es destructivo por estar mal educado, o por que sea malo, tiene la necesidad de morder para aliviar la comezón y las molestias provocadas por la erupción.
Aquí es importante detenerse para reflexionar, haciendo la diferencia, entre un problema costoso y molesto y su forzosa segregación al patio trasero, o una compañía disfrutable, didáctica y protectora.
Nuestro cachorro deberá contar con huesos de carnaza (los venden en cualquier súper mercado, tienda de animales, o veterinarias) estos huesos, además de mantener los dientes limpios, aliviaran el malestar bucal, contando con algo sano y adecuado para morder.
Cuando el cachorro se encuentre con nosotros, jugaremos con él, usando los mismos huesos de carnaza, de esta forma, evitaremos que nos muerda a nosotros (si tiene temperamento) y a todo lo que tenga en casa con texturas agradables para morder, dejando a su alcance por distintas partes de la casa, huesos de carnaza para morder.
Lo ideal es contar con un corral de 2.50 m2 para aislar al perro en los momentos que no podamos estar con el, al limpiar la casa, al salir, etc.
Es importante, en el uso del corral, no abandonar al animal ahí, y solo verlo a la hora de darle de comer o al limpiar el corral, el perro fácilmente se frustrara si no se le da un tiempo adecuado de atención, que mínimo será de entre 15 y 20 minutos, por lo menos dos eventos al día, solo para jugar sin contar los tiempos de limpieza y comida, que aprovecharemos para irlo condicionando a los comportamientos deseados.
Jorge Alzaga Ubeda