Historia de la raza

El perro de agua español tiene un innegable origen andaluz, desde donde se expandió hacia el resto de la Península. Parece ser que su dieta principal durante muchos siglos ha sido el conejo, lo que expresa su carácter eminentemente cazador, aunque por su gran inteligencia y adaptación a cualquier medio se le ha empleado en todo tipo de tareas.

Hoy en día el perro de agua se encuentra sobre todo en la zona meridional española y litoral cantábrico, y en menor proporción en el resto de España.

Características Físicas

Perro rústico, de peso medio, complexión atlética y bien musculado debido a la constante gimnasia funcional que ejercita. Su grupa está suavemente inclinada y su vientre ligeramente recogido.

Cabeza fuerte, de porte elegante con un cuello corto y musculoso, con perfecta unión al tronco y sin papada. La nariz presenta unos orificios nasales bien definidos. La trufa está pigmentada en el mismo color o más fuerte que el tono más oscuro de la capa.

Sus ojos son ligeramente oblicuos, más bien separados, y con una mirada muy expresiva. Las orejas de inserción media son triangulares y caídas.

Carácter y comportamiento

Los perros de agua son efectivamente muy inteligentes, muy pacíficos, curiosos y desean aprender cosas y ser queridos. Es un perro muy juguetón. Y lo más gracioso es que jugando emiten muchos sonidos, incluso hacen como pequeñas discusiones. Es un perro al que le encanta que le hagan caricias y, además, le gusta mucho que le hablen.

Cuidados de la Raza

Cualquier cachorro de perro de agua español debe ser pelado entre los tres y cuatro meses de edad sea donde sea, norte o sur. A partir de ahí, estos perros necesitan un corte de pelo al año. Es una raza muy sufrida, por lo que necesita pocas visitas al veterinario. El cariño es su principal demanda. Aunque eso sí, necesita ejercitarse moderadamente.