Las pulgas son los parásitos externos más frecuentes que podemos encontrar en nuestros perros. Es un parásito que puede infectar a los animales durante todo el año.

Las pulgas son insectos hematófagos que se alimentan de la sangre de su huésped. Los perros pueden verse afectados por varias especies de pulgas, aunque la más frecuente es la Ctenocephalides felis, que es también la pulga que afecta a los gatos.

La morfología de las pulgas, aplanadas lateralmente, facilita su movimiento en pelajes muy densos. La observación directa nos suele permitir ver si nuestro animal está infectado, aunque la prueba más clara de la presencia de estos parásitos es la presencia de las heces (sangre digerida) que parecen manchas negras similares a los posos del café.

Ciclo parasitario de la pulga

Las pulgas hembras ponen docenas de huevos aproximadamente dos días después de haber ingerido sangre. La mayoría de ellos caen rápidamente al suelo e incuban de 2 a 6 días después. La larva busca lugares húmedos y sombríos para desarrollarse (en la cesta del perro, en las alfombras, las grietas del suelo o de los armario, etc.).

Tras pasar por varios estadios larvarios, el paso a pulga adulta se da cuando las condiciones son favorables, especialmente si tiene un individuo del cual nutrirse. La aparición de decenas de pulgas puede darse al mismo tiempo y provocar una verdadera invasión de un hogar.

Las pulgas adultas son parásitos no permanentes, a pesar de que pasan la mayor parte de sus vidas en el huésped. Pero solo alrededor del 1% de la población total de la pulga viven en el animal. La gran mayoría se encuentran dispersas en su entorno.

Efectos de las pulgas

La pulga chupa la sangre del animal y éste poco a poco se irá debilitando. Esta pérdida de sangre en los cachorros puede provocar anemias graves e incluso la muerte. Además la picadura de la pulga es irritante, molestando mucho al animal. Éste se rascará, y puede incluso provocarle temblores en casos de graves infestaciones.

Las pulgas pueden incluso provocar dermatitis en los animales alérgicos. Esta alergia la provoca la saliva de la pulga. Por último, éstas pueden causar incluso la trasmisión de otros parásitos como la tenia del perro, que es ingerido en forma larvaria por las pulgas.

Tratamiento y prevención

El tratamiento eficaz contra las pulgas no solo debe eliminar las pulgas que estén en el animal, sino también las que puedan encontrarse en su entorno directo.

Lo mejor de todas maneras es un tratamiento de prevención. Existen multitud de productos que realizan una acción inmediata contra las pulgas eliminándolas incluso antes de que éstas chupen la sangre del animal.

Estos tratamientos además tienen una acción prolongada, lo que nos sirve para evitar tener que repetir demasiadas veces el tratamiento. Lo mejor es consultar en nuestra clínica veterinaria que tratamiento preventivo nos recomiendan.