Educar a un perro puede ser mucho más sencillo de lo que parece si contamos con la información y los consejos necesarios para hacerlo. Hoy vamos a ver algunos de los incentivos que nos ayudarán con la educación del animal y también la forma de reprenderle durante el proceso.

Cuando hablamos de incentivos lo hacemos de los premios que le daremos al perro cuando cumpla las reglas o las ordenes que le ordenemos. En caso de no cumplir con lo que se le ha pedido, deberemos recurrir a un castigo, aunque éste nunca debe ser físico o agresivo.

Ambos estímulos son usados en la educación para ir enseñando al animal lo que está bien y lo que no.

En el caso de los premios, al animal se le da una recompensa positiva a la acción, con lo cual él relaciona lo que se hace como bueno. En cuanto a los premios que se pueden dar están los juguetes o también algunas golosinas para perros.

En el caso de las golosinas hay que tener en cuenta que éstas aportan energía, y si el perro sufre de sobrepeso lo mejor es buscar unas muy saludables o buscar otro tipo de premio como son las palabras efusivas de refuerzo.

Si bien los comportamientos buenos pueden merecer premios, hay unas actitudes especiales que deben ser exaltadas.

Un momento especial que requiere premio de cualquier tipo es en el momento en que corregimos un mal comportamiento. En este caso se debe combinar una golosina con palabras efusivas.

Poco a poco se va retirando la golosina y solo se deja el refuerzo verbal. Se pueden integrar premios de forma más moderada después que haya aprendido el correcto comportamiento.

Dentro de los castigos más efectivos que se pueden encontrar y usar en la educación del perro es un autoritario “no”.

Así mismo se puede implementar una sacudida al perro agarrándolo desde la piel sobrante de la zona de la nuca, igual que hacen sus madres.

En caso de que el comportamiento sea muy malo se debe tumbar al perro en el suelo y ubicarlo de tal forma que quede de espaldas.

Cuando el castigo haya terminado se debe tomar una actitud cariñosa para continuar con el aprendizaje.

Castigos que no deben ser usados

Hay personas que recomiendan castigos físicos como los golpes o los encadenamientos, pero nosotros estamos totalmente en contra de estos castigos porque además de ser crueles dañan el estado psicológico del animal volviéndolo poco sociable e incluso agresivo.

Tanto premio como castigo debe realizarse seguidamente de la acción para que el animal pueda relacionarlo. De no ser así no se tiene efectividad en el estímulo.

También es muy importante que toda la familia siga las mismas reglas para así no confundir al animal y no estropear su educación.