El Norwich Terrier tiene su origen a finales del siglo XIX, como consecuencia del cruce de terriers rojos con los terries de pelaje negro y rojo o gris. Como bien su nombre lo indica, proviene de Norwich, la capital de la provincia del condado de Norfolk, Inglaterra.
En 1880 este tipo de raza ya era muy reconocida por sus fuertes habilidades para desarrollar la caza, específicamente hacia los ratones. A pesar de que estuvo a punto de desaparecer esta raza en 1918, pudo ser mantenida y reconocida por el Kennel Club en 1932, pero esa vez con cruces asociados a Bedlingon, Bull Terrier e Irish Terrier.
Rasgos físicos
El Norwich Terrier es un perro que se caracteriza por ser de pequeño tamaño, ideal para poder entrar en la madriguera de sus presas, aunque ya hoy día se considera más como un excelente perro de compañía. Son perros muy fuertes y se identifican por tener los pies redondos.
Una de las cosas que hay que tener en cuenta es que los Norwich Terriers tienen las orejas erectas, son de mediano tamaño y al final son puntiagudas. Esta es la única diferencia entre este ejemplar y los Norfolk Terriers.
En cuanto a su pelaje se puede decir que es muy apegado al cuerpo, además de ser bien perfilado hacia arriba y de textura áspera. Según el estándar FCI de la raza, este tipo de perros pueden ser de color rojo, negro y fuego, trigo o grisáceo, lo que los hace aún más atractivos y elegantes.
Estos perros pueden llegar a medir entre 25 y 26 cm de cruz y de 4 a 5,4 kg de peso. Al igual que sus extremidades cortas, también lo es su espalda, pero muy musculosa a la vez. Es de cráneo ancho y ligeramente redondeado. Su hocico se ve extremadamente fuerte y en forma de cuña. Tiene una mirada que parece muy mal intencionada. Se caracteriza por ser un perro muy inteligente y a la vez astuto.
El Norwich Terrier, a pesar de ser pequeño y de constitución robusta, es un perro muy cariñoso y a la vez no le gusta estar solo. Necesita estar siempre activo y en compañía ya que se considera todo un deportista y requiere de estar en constante actividad. Es un perro muy fácil de educar, a pesar de tener un temperamento algo alborotado. Sin embargo, es muy activo y valiente ante cualquier situación.
Tienen la capacidad de ser más confiados, y amistosos en comparación con el resto de los Terriers. Tienden a ser muy sociables siempre y cuando se les trate bien, de lo contrario parecerán temerosos o tímidos. Debido a su gran pasión por los ratones y las habilidades que posee para la caza, es muy posible que no existan relaciones entre él y los gatos, conejos, así como con otros animales de pequeño tamaño.
Cuando este tipo de perros está en estado de inactividad, suelen ser muy ruidosos y atacar cualquier cosa que se encuentre en su camino.
Cuidados de la raza
El Norwich necesita de un cuidado extremo en su pelaje, por lo que se debe peinar de 2 a 3 veces por semana con el objetivo de evitar el enredado del pelo, así como eliminar también el pelo que durante el tiempo va desechando. En cuanto al baño, no es aconsejable realizarlo con mucha frecuencia, solo en caso necesario de estar sucios.
Debido a su destreza en el deporte, se debe sacar a pasear o más bien dedicarle algún tiempo para jugar, pues esto ayudará a renovar las energías y eliminar las impurezas. No se debe dejar mucho tiempo sin compañía debido a que se caracteriza por ser muy activo y amistoso, y dejarlo solo podría ser fatal para él.