Muchos se preguntan si la educación canina es muy complicada. La respuesta es no. La mayoría piensan que es complicado, incluso imposible de conseguir, porque no saben como hacer que sus perros dejen de ladrar, que no hagan sus necesidades en casa, que no pidan comida cuando no es el momento, o que no muerdan los muebles.

Por lo visto muchos adiestradores caninos mantienen en secreto los trucos para educar a los perros, porque si se supiera lo sencillo que resulta educar a un perro, dejarían de tener trabajo.

La segunda pregunta que nos hacemos, es de donde han salido tantos problemas en la educación canina. Pues gran parte de estos problemas provienen del propio ser humano, es decir, de los dueños.

Llenamos a nuestras mascotas de cariño y amor, pero no les damos lo que más necesitan: una disciplina a la que atenerse. El perro, al ser un animal social, necesita una disciplina para sentirse bien consigo mismo, y muchas veces se lo negamos dándole mimos y todos los caprichos que quiera.

Esto hace que el perro se vuelva inestable, dominante y miedoso, pues aumentan los fallos en su conducta. Para evitar esta clase de problemas, se necesita una buena educación canina.

No existen motivos para no adiestrar a tu perro: se trata de una tarea que requiere unos diez o quince minutos diarios para remarcar tu liderazgo. Es entretenido, mejora tu relación con él y no es nada costoso. A cambio, te librarás de que haga sus necesidades en casa, de que muerda los muebles o que ladre sin parar.

Además se trata de una tarea nada complicada. Para empezar, no entiende las palabras que pronunciamos, pero sí el tono de nuestra voz, los gestos y nuestras acciones. Poniéndole unas reglas básicas como no subirse al sofá, no pedir comida cuando no toca o no ladrar todo el tiempo, aprenderá sin ningún problema todo lo que queramos.

Resumiendo, la educación canina, al contrario de lo que se piensa, es una tarea muy sencilla, que nos quita como mucho quince minutos diarios para enseñarle algunos trucos a tu perro, mejorando vuestra relación. No olvides que debes mostrarte firme y seguro de ti mismo.

El ejercicio también es fundamental. Al menos hay que sacarlo a pasear media hora al día, aunque lo idóneo sería sacarlo tres veces al día para que juegue y gaste energías. Así pues, educar a un perro está al alcance de todo aquel que esté dispuesto a intentarlo.

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