Cambios en su entorno, cambios en la familia, cambios en la rutina diaria, olores extraños, ruidos fuertes, ausencia de miembros de la familia, la llegada de un bebé,… Son muchas las causas que pueden provocar estrés en los perros. ¿Cómo saber si nuestro perro está nervioso? ¿Cómo ayudarle? Todo ello intentaremos contestarlo en las siguientes líneas.

¿Qué es el estrés canino?

El estrés es una respuesta del organismo a factores de agresiones fisiológicas o psicológicas que provocan cambios psicológicos y corporales en el animal para prepararlo a un posible ataque. Su corazón late más rápido, las pupilas se dilatan, el pelo se eriza,… Y con todos estos comportamientos el animal estará totalmente preparado para luchar o huir de una forma rápida.

Los problemas de estrés vienen cuando los animales no son capaces de encontrar respuestas para apaciguar el estado de alerta en el que se encuentran., generando problemas físicos y comportamentales.

Signos físicos del estrés canino

• Jadeo rápido y profundo. El perro respira rápidamente y parece agitado.

• Falta de atención. El perro no responde a señales. La razón no es desobediencia, sino que no es capaz de atender y entender lo que le decimos.

• Transpiración de las patas. Igual que las personas, los perros transpiran cuando están estresados.  Este sudor podrás descubrirlo con las trazas húmedas que el perro dejará en el suelo.

• Hiperactividad. Un perro estresado puede estar activo de una forma muy intensa. Este tipo de comportamiento excitado podemos interpretarlo como que el perro se está comportando como un loco, pero realmente es una hiperactividad corporal.

• Diarrea y vómitos. El estrés tiene efectos inmediatos en el organismo y el sistema digestivo suele ser el primero en reaccionar.

• Sacudidas. Los perros estresados intentan quitarse esa sensación de nervios que tienen sacudiéndose intensamente, como si tuvieran el cuerpo empapado de agua.

• Automutilación. Este comportamiento se refiere a mordeduras en patas, cola o los flancos. No obstante este comportamiento puede ser por otras razones. En cualquier caso, debes acudir sin falta al veterinario.

• Lamidos excesivos. Un perro que se lama de una forma excesiva por estrés lo hará generalmente en el mismo sitio. Las zonas más frecuentes son las patas, los flancos y la zona de los genitales. Estos lamidos pueden provocarle problemas.

• Dormir demasiado. Cada perro tiene un nivel de energía diferente, por lo que no es fácil catalogar la cantidad de sueño que marca el problema. Cuando esto ocurre generalmente es por estrés crónico, y el perro se cierra literalmente.

• Sed excesiva. Si un perro bebe más de lo normal es que algo no va bien. Puede ser un problema médico o una situación que le estrese. Puede ser una frustración redirigida o un comportamiento obsesivo.

• Comportamientos obsesivos compulsivos. Un perro que pase mucho tiempo ladrando, cavando o cazando puede sufrir estrés.

• Reactividad. Si tu perro no puede quedarse tumbado si te levantas o si busca continuamente vuestra atención puede ser que esté estresado.

• Rigidez. Si un perro está estresado, sus músculos se tensan. Comprobarás como el perro se mueve de forma rígida.

• Temblores. Muchos perros tiemblan si están estresados. El contexto de estos temblores te permitirá determinar si es por frío o por estrés.

Causas de la aparición del estrés canino

Las causas de la aparición de estrés en los perros pueden ser muchas y muy variadas. No obstante a continuación veremos las más habituales:

• Ansiedad por separación. Cuando el perro no ha aprendido correctamente a gestionar la separación de sus dueños y los momentos de soledad, en el momento en que ve que sus dueños se van a marchar aparecen algunos de los síntomas que veíamos anteriormente.

• Síndrome de privación. Este tipo de estrés se genera en los perros que han sido criados desde pequeños sin casi estímulos externos. Lo que ocurre es que una vez se encuentran en la ciudad con muchas personas, coches y ruido, se quedan paralizados por el miedo.

• Fobias simples. Este tipo de fobias suelen generarse por miedos a estímulos precisos e identificables. Hablamos de miedo a las tormentas, a los fuegos artificiales, a los petardos, a los rayos, etc.

¿Qué hacer cuando aparecen síntomas de estrés?

Si nuestro perro muestra algunos de los síntomas mencionados arriba, lo primero que debemos hacer es consultar a un veterinario para asegurarnos de que nuestro amigo no está enfermo. Si se confirma que nuestro perro está en buen estado de salud, el origen de los problemas será de comportamiento.

Si es el caso, con la ayuda de nuestro veterinario (y asistidos por un veterinario especialista en conductas si lo deseamos) deberemos buscar las causas del estrés de nuestro perro y poner en marcha medidas o tratamientos para disminuirlo.