Socializar a los perros es importante para que puedan convivir de forma pacífica y feliz con sus compañeros humanos y con otros animales. A continuación te contamos qué es la socialización canina, por qué es tan importante y te damos algunas claves de los expertos para socializar a un perro de manera perfecta.

Qué es la socialización canina

Socializar no tiene nada que ver con dar cariño a un perro sino más bien con conseguir que el animal aprenda a relacionarse de manera correcta con diferentes estímulos: desde otros perros hasta otras personas, pasando por ruidos, por vehículos o por superficies. Es importante conseguir crear buenas experiencias para que tu perro pueda desarrollarse de manera saludable y disfrutar más de la vida y de su entorno.

Para qué sirve la socialización canina

De esta manera, la socialización canina sirve para relacionar al perro con otros perros, pero también con todos los estímulos que formarán parte de su día a día, aunque no tengan nada que ver con su naturaleza. Es importante exponer lo antes posible a los perros a todo tipo de estímulos que van a ver diariamente como personas, perros, diferentes tipos de terrenos, sonidos y situaciones novedosas para que puedan desarrollar su carácter y adaptar su comportamiento poco a poco para no responder después de manera agresiva o temerosa ante este tipo de estímulos si nunca antes los han vivido.

Socializar a un perro sirve por tanto para que el animal pueda disfrutar de su día a día sin miedos y sin ansiedades, evitando los comportamientos inesperados. Del mismo modo, también sirve a sus compañeros humanos y al resto de animales con el que vayan a interaccionar a lo largo de su vida para poder disfrutar de una mejor convivencia y de un mejor ambiente con el perro socializado en cuestión.

Cómo socializar a un perro

Para socializar a un perro es interesante tener en cuenta que la edad óptima para empezar a hacerlo es desde cachorro. Entre las ocho semanas y las doce semanas, es fundamental exponer al cachorro a un gran número de estímulos diferentes. En esta etapa los perros son como esponjas, y socializarlos será fundamental para que puedan convivir de manera agradable con todo tipo de estímulos en su edad adulta. Del mismo modo, al finalizar esta etapa es fundamental seguir socializando al perro de manera correcta durante toda la vida.

Cuando son cachorros es importante habituarles a los diferentes estímulos de manera progresiva y siempre positiva. Deben conocer otros animales, otros perros, a otras personas, diferentes superficies, otros ruidos, etc. Si bien las primeras semanas no deberías sacar a tu cachorro a la calle si no tiene todas las vacunas, lo cierto es que existen opciones como los cursos específicos para cachorros que permiten socializar a los perros de manera eficiente para que puedan disfrutar de una vida mucho más estable durante muchos años.

Asimismo, si bien la etapa ideal para socializar a un perro es desde cachorro, también es posible socializar a perros jóvenes y adultos. Los expertos de SentidoAnimal son especialistas en educación canina, y a menudo organizan clases particulares y paseos, a nivel individual y en grupo, que son perfectas para potenciar la socialización de los perros.

Durante la juventud los perros continúan aprendiendo como relacionarse con otros perros, personas, animales y con el ambiente que les rodea. De esta manera, es importante continuar dedicando tiempo a su socialización en esta etapa, ya que sólo de esta manera podrán disfrutar del día a día y podremos garantizar una convivencia perfecta.

En el caso de los perros adultos, es importante valorar que se debe seguir dedicando tiempo a este proceso. Sobre todo si hablamos de perros sensibles o inseguros. Estos perros deben tener contacto directo con otras personas, lugares y perros y hacer cosas diferentes siempre para mantenerse socialmente activos.

Asimismo, existen algunos consejos interesantes a tener en cuenta para realizar la socialización de un perro de manera eficiente. En primer lugar, es importante aprender a adaptarnos a los ritmos del perro. No debemos obligarles a hacer cosas que le dan miedo. Lo mejor es tener paciencia y que sea el perro el que se acerque al estímulo.

También es importante hacer que los perros tengan buenas experiencias al entrar en contacto con el estímulo. No es necesario que tenga contacto directo sino una buena experiencia relacionada con ello, ya que los perros suelen aprender por asociación.

Fundamental también resulta que aprendas a observar a tu perro para conocer su lenguaje y entenderlo. Es importante dar libertad a tu perro para que explore por el mismo, y también que aprendas a empatizar con él, que no le subestimes y que entiendas que debe ir a su tiempo.

Finalmente, si de verdad quieres que tu perro esté tranquilo, es importante que tú también lo estés. No puedes pedirle tranquilidad y al mismo tiempo mostrarte muy nervioso ante una situación concreta.

Por qué es importante la socialización canina

Finalmente, si te estás preguntando por qué es tan importante la socialización canina debes tener claro que su objetivo principal es el conseguir que un perro se acostumbre a todo tipo de sonidos, personas, olores, terrenos, formas, animales y a todos los estímulos con los que tendrá contacto en su día a día.

Es importante que un perro esté socializado para prevenir y evitar los miedos más comunes en los perros, así como para conseguir que un animal pueda convertirse en un compañero especialmente educado, equilibrado y feliz para las personas con las que conviva, así como también para el resto de animales con los que viva o con los que se relacione en su día a día.

Un perro que no esté socializado podrá mostrarse inseguro, miedoso e incluso agresivo, no entenderá las normas de comportamiento que debe seguir en casa, con otras personas o con otros perros y al mismo tiempo se mostrará frustrado, y lo que es más grave: no podrá ser feliz ni disfrutar de su día a día porque esta situación de ansiedad le hará sentirse mal y nervioso en todo momento, y ante casi cualquier estímulo al que no esté acostumbrado, o con el que haya establecido una asociación negativa en base a una experiencia de socialización deficiente.