Un perro es un ser vivo, como tú o como yo, y necesita unos cuidados. Esos cuidados debes ser capaz de ofrecérselos tú. Además, recuerda que estará contigo muchos años (10 años como mínimo, dependerá de la raza). Durante estos años tu perro se convertirá en el mejor amigo que puedes encontrar pero necesitará atención veterinaria, vacunas, paseos 2 o 3 veces al día, alimentos, baños y mucho tiempo de dedicación.

Si estás seguro que vas a ser capaz de proporcionarle todo esto y que el perro va a ser uno más de la familia, estás preparado para adoptar a tu mascota. Aquí te ofrecemos unos consejos previos a esa adopción, para que no te equivoques y que todo salga bien.

Analiza tus posibilidades económicas. No sólo es comprar el perro, luego viene lo más difícil: mantenerlo. Haz cuentas e investiga cuanto dinero puede costarte mantener mensualmente al perro. Así determinarás si cuentas con el presupuesto necesario.

Observa las dimensiones de tu casa. Dependiendo de los metros de tu casa y de si dispones o no de jardín, adopta una raza u otra. Por ejemplo, un labrador no estará cómodo en una casa pequeña.

¿Tienes tiempo libre? Algunas razas requieren más tiempo que otras para hacer el ejercicio necesario para su constitución. Además, ningún perro (ni ningún ser humano) es feliz estando solo día y noche.

No adoptes un cachorro con menos de dos meses de edad. Antes de ese tiempo el cachorro necesita del alimento de su madre y de los anticuerpos que ella le proporciona para compensar su aún débil sistema inmunitario. Además pregunta a quien se lo adoptes por las vacunas que le han sido aplicadas al cachorro al momento de la entrega y encárgate de hacerle aplicar aquellas que le hacen falta. El veterinario te asesorará.

Y por último, recuerda que el perro es un ser vivo que requiere de tu cuidado minucioso para convertirse en un adulto sano y equilibrado. Ten en cuenta que el tiempo y tu nueva mascota compensarán con creces todos tus esfuerzos.