Una de las enfermedades mortales que pueden atacar a nuestros perros y que no posee cura es la Leishmaniosis canina.

Esta enfermedad es ocasionada por un parasito conocido como Leishmania y tiene cono efecto en los perros dos reacciones. La primera de ellas es de tipo cutáneo y la segunda es visceral o abdominal.

Causas de la Leishmaniosis canina

Cuando se habla de la Leishmaniosis canina es indispensable hablar del agente causante de ella. Éste es un mosquito o flebótomo portador y trasmisor del parasito que causa la enfermedad.

Cuando el perro contrae el parasito entra en un proceso de incubación que puede tardar de unos pocos días a años sin reconocer la presencia del parasito en el cuerpo del animal.

Este parasito recorre todo el cuerpo y afecta en general a todos los órganos del animal. Dentro de estos órganos el que se ve más afectado es el riñón.

Los problemas renales son la causa de muerte más común con esta enfermedad, aunque los problemas sistémicos que se presentan también son de gran relevancia.

Esta enfermedad en España es una de las que más ataca a los perros a pesar de que cada vez más se está implementando una efectiva vacuna para prevenir la infección.

Además de esto se debe tener en cuenta que es una grave enfermedad que además de atacar al perro puede trasmitirse con facilidad a los seres humanos y causar daños muy graves.

Síntomas y tratamiento de la enfermedad

Dentro de los síntomas más comunes de esta enfermedad se encuentran la gran pérdida de peso, los problemas cutáneos, con grandes pérdidas de pelaje, y un aumento en la orina del animal.

Cuando se sospeche que el perro se encuentra infectado con este parasito lo mejor es acudir de inmediato al veterinario y no dejar progresar a la enfermedad, ya que puede ser mortal para el perro y puede además contagiarse a los humanos.

Cuando se lleve al veterinario se hará el respectivo diagnostico que se realiza por medio de la sangre del perro.

Cuando se realice esta prueba se confirmará si el parasito está presente y se sabrá el tratamiento a aplicar. Demos saber que aunque sí hay tratamiento, no hay cura total, por lo que el animal continuará infectado.

Si está infectado y todavía no son muy graves los síntomas, se puede tratar con medicamentos compuestos con amonio y con otros elementos que controlan los daños que el parasito causa en el cuerpo del animal y que no permiten que se contagie el parasito.

Ante la gravedad de esta enfermedad es necesario realizar un proceso de prevención que se centra en el control de la presencia del mosquito portador y en el contacto con el perro. Por ello es importante no dejar en verano (cuando es más activo el mosquito) al perro durmiendo en el jardín, ya que en las noches suele estar en actividad el flebótomo.

También se aconseja usar repelentes y elementos para bloquear la entrada u matar a estos insectos.

Como parte principal de la prevención de esta grave enfermedad está la implementación de la vacuna. Ésta es muy efectiva y es la mejor forma de evitar este delicadísimo problema.